Numerosos
son los santos que están ligados al folklore de nuestro
país. Se les llama para tratar una enfermedad, para
prevenir un peligro, y hasta para conseguir novio o marido.
Generalmente las oraciones son confusas y en ellas va mezclado
lo santo y lo pagano.
- A
Santa Lucía se le invoca para enfermedades de los
ojos.
- A San Juan para los dolores de cabeza.
- A Santa Rita contra dolencias incurables.
- A San Vicente y San Roque para las pestes y la lepra.
- A San Luis para males de la nariz.
- A San Jerónimo para dolores del estómago
y para alejar las tormentas.
- A Jesús, María y José se le solicita
para curar la culebrilla.
- A José y María para la mordedura de perros
rabiosos.
- A Santa Apolonia de Alejandría, "la dueña
del gato" y se la considera protectora de las vías
respiratorias y dolores de dientes y muelas. Para calmar
el dolor de muelas, hay que decir tres veces, trazando la
señal de la cruz sobre la parte afectada: "Ea,
Santa Apolonia, ea, Santa Apolonia, líbrame por favor
de este tormento!".
- A Santa Librada: es la patrona de los prófugos.
- A San Pilato se lo invoca para obtener el rein tegro de
animales extraviados.
- A San Antonio le ruegan las niñas casaderas para
que les mande un novio. También se le implora para
hallar lo perdido y se le ruega para que haga llover y alivie
las dolencias del corazón.
- A San Pedro para que se retiren las víboras de
las matas que orillean los caminos, hay que decir: "San
Pedro y San Pablo, ata a tus perros bravos para que no me
muerdan". |